martes, 27 de marzo de 2007

"LO QUE ES PARA TU PAZ"

“LO QUE ES PARA TU PAZ”
“¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!” Lucas 19: 42

Debido a los índices de violencia que a nivel mundial, nacional o local se han desatado; y a las constantes preocupaciones de los gobiernos por encontrar el modelo que garantice resultados alentadores en la constante lucha por erradicar la inseguridad en la sociedad; misma que se traduce en infinidad de muertes, violencia generalizada, desalojos, e injusticias para toda la población; desde el ámbito intrafamiliar hasta el flagelo denominado “guerra”, y pasando incluso por el desbordamiento de los “ajustes de cuenta” por el narcotráfico, quienes se dan el “lujo” de burlarse y retar a los gobiernos, queriendo establecer su “reino de terror”; Quiero hacer un llamado enérgico al liderazgo mundial; al gobierno mexicano, abanderado por el Lic. Felipe Calderón Hinojosa; al gobierno del Estado de Nuevo León, comandado por el Lic. José Natividad González Parás, e incluso al Gobierno Municipal de Monterrey, representado por el Lic. Adalberto Madero; a considerar esta OPCIÓN DE PAZ, que siempre hemos evadido, por una causa o por otra, pero que resulta el modelo por excelencia, la solución de raíz a todos los problemas de seguridad pública y privada, que puedan presentarse en nuestra sociedad.

TODOS QUEREMOS LA PAZ, y vaya que la necesitamos. A estas alturas ya nadie sale a la calle confiado. El temor a ser asaltado, baleado, o ser partícipe involuntario en algún brote de violencia y ser catalogado de narcotraficante, o ladrón o cualquier otra cosa debido a la psicosis colectiva que la violencia genera; se ha generalizado. Además, a todo esto podemos agregar, los cotidianos problemas que la gente común enfrenta a diario y que le “quitan la paz”: como la carestía, el estrés, la depresión en muchos (que ha alcanzado niveles alarmantes), la economía, la lucha constante por lograr una vida más cómoda, las enfermedades, etc.

EXISTE UNA SOLUCIÓN, y aunque a muchos pareciera ingenuidad, sería muy fácil para todos probar esta alternativa; ya que no implica desembolsos de dinero; pero sí requiere un compromiso personal por el cambio de vida y de mentalidad. Para esto, mucho ha de ayudar la enorme influencia en la población, que tendría el hecho de que los que dirigen los gobiernos; ya sea el presidente, o el gobernador o el alcalde, manifestaran en su vida, la atención, seguimiento y aplicación debida a las Palabras que nos dejó, el hombre más grande que ha pisado esta tierra: el “Príncipe de Paz”, o sea, el Señor Jesucristo.

A propósito de la Semana Santa, que está próxima a celebrarse en todo el mundo, es bueno recordar que Jesús emprendió un viaje a Jerusalén, donde montado en un pollino, haría “la entrada triunfal”. Al acercarse a la ciudad y verla, lloró sobre ella, y exclamó: ¡Oh, si también tú conocieses, por lo menos es este tu día, lo que es para tú paz!

Esto implica que, aunque otros ya habían entendido y conocido lo que era necesario aceptar y cambiar en sus vidas para lograr su paz; la preocupación más grande de Jesús era que la ciudad también conociera eso, de tal modo, que llegó hasta las lágrimas, e incluso dio la vida misma por lograrlo, pues precisamente para a eso iba a Jerusalén: a “dar su vida en rescate de muchos”.

¿Qué debemos hacer para lograr nuestra paz, según las enseñanzas de Jesús?

1. PARA EL ESTRÉS, CANSANCIO, DEPRESIÓN, ANGUSTIA CITADINA, ACELERE, ETC.

Ya Jesús había ofrecido a todos los desesperados: “Venid a mi todos los que estéis trabajados y cargados, que YO os haré descansar”; Él conoce los problemas de la gente y es verdad que algunos ya lo hemos experimentado, pero cuando no conocemos el descanso en Jesús, el estrés, la depresión, y los problemas, hacen mella en nuestros ánimos, fuerzas y cuerpo físico en general, y esto siempre genera reacciones personales negativas, que a menudo se traducen en odios, amarguras, pleitos; mismas que nos hacen sufrir y también a nuestros familiares, vecinos o allegados.

El descanso en Jesús es entender, que si no podemos con nuestros problemas, podemos dejarlos en Él y confiar que él nos va a sacar adelante. Pero la exigencia para esto, sería: si tú estás en mí, y mi Palabra está en ti. Así es, hay exigencias que atender, pero también hay promesas que conocer, y esta es: pide lo que quieras y hecho será.

Por otro lado recomienda, que cuando quieras descansar en Él, te salgas del bullicio; entres en tu cuarto y cierres la puerta, y ores y le cuentes todos tus problemas, afanes, situaciones cotidianas. Ante esto, Él promete: Mi Padre (Dios) que te ve en lo secreto, te recompensará en público.

¿Qué mejor descanso y tranquilidad que hacer un buen hábito que por sí mismo ya implica un descanso y tranquilidad? y ¿qué mejor seguridad, de que simplemente haciendo esto, todo va a ser resuelto?

¡Oh, si la gente conociera lo que necesita hacer para lograr su paz!

2. PARA TRANQUILIDAD ECONÓMICA, SEGURIDAD Y ESTABILIDAD.

Es por todos sabido que el tener un “guardadito”, o inversiones, proporciona tranquilidad y seguridad al que lo posee. Pero también sabemos que la mayor parte de la población vive al día, y aspira a que cuando menos, lo poco que tiene le alcance para el gasto diario.

Pero Jesús hace un llamado general (a los que tienen y a los que no tienen) diciendo: No os afanéis pues diciendo: ¿qué comeremos, o qué vestiremos, o qué beberemos?... vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Esta cita se explica por sí misma, y eso le da confianza a quien lo entiende, lo cree y lo vive. Sólo buscando Su reino y viviendo en Su justicia, es que se podrá obtener la solución a todos los problemas. Por otro lado, también Jesús aconsejó y con mucha lógica: “No hagan tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones minan y hurtan; sino haced tesoros en el cielo…, porque donde esté vuestro tesoro, ahí estará también vuestro corazón”.

Lo vemos a diario, gente que pierde lo que tiene por los fraudes; o las devaluaciones que llegan y merman los bolsillos de hasta los que menos tienen; o la carestía, o los ladrones, etc., problemas que enfrenta el que quiera hacer negocios aquí en la tierra. Pero qué mejor que invertir en el cielo, donde estos lacres no llegan. Pero es necesario buscar primero el reino de Dios, donde impera la economía de Dios, la seguridad de Dios, la paz de Dios, de la que se dice: sobrepasa todo entendimiento.

Se imaginan “tesoros en el cielo”, donde nadie pueda arrebatarlos, y no se devalúan, y no se pierden. Eso garantiza una confianza y estabilidad duraderas, eternas. Esa es la paz y tranquilidad que buscamos,

¡Oh, si la gente conociera lo que necesita hacer para lograr su paz!

3. CONFIANZA EN EL TRATO MUTUO, EL RESPETO, LA TRANQUILIDAD SOCIAL.

La violencia a degenerado en el sentido de que todos ya estamos a la defensiva; si nos agreden, respondemos; si nos la hacen, nos la pagan; tal parece que hemos vuelto al antiguo orden del “ojo por ojo”. Pero, las palabras de Jesucristo fueron: “amaos los unos a los otros”. Lamentablemente, todos ya estamos mentalizados hacia la violencia. Por lo que es necesario un cambio de dirección y un cambio de mentalidad.

No es fácil responder con el bien al mal, pero es la única manera de cortar la cadena de odio existente. Parece ser que ahora empiezan a sonar lógicas las frases de Jesús en el sentido de que “si alguien te hiere en una mejilla, pongas la otra”, pues es la mejor forma de acabar con la violencia imperante. Y alguien tiene que empezar a manifestar el cambio. El cambio empieza por ti, dice un dicho: “El buen juez, por su casa empieza”

Es por eso, que Jesús desde que inició su ministerio en la tierra, su llamado fue: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio”. Donde arrepentimiento significa un cambio de vida, un cambio de mentalidad y dirección. Si antes hacíamos mal, llevando una vida de hacernos justicia por nuestra propia mano, ahora a través de la NO VIOLENCIA, venceremos a los violentos. Entendemos que “hasta de tirar piedras se cansa uno”, bueno, pues llegará el momento de que los violentos se cansen de agredir, y vean que no hay respuesta y recapacitarán.

Creed en el evangelio es, integrar a mi vida los conceptos del evangelio y vivirlos, por que sólo amando al prójimo (amigos, vecinos, familiares, o incluso a los enemigos), lograremos un ambiente de paz, armonía y felicidad en nuestro entorno.

¡Oh, si todos cambiáramos, para vivir la vida que Jesús recomienda que vivamos, entonces llegaríamos a la unidad, se acabarían los desacuerdos, aun en la diversidad cultural, ideológica y política, podríamos disfrutar de una sana convivencia y tranquilidad en todos los aspectos.

Qué mejor tiempo que el de ahora para atender al llamado de: “Arrepentíos y convertíos”. Para ser diferentes, para ser, ahora sí, lo que debemos ser y portarnos como debemos ser.

¡Oh, si la gente conociera lo que necesita hacer para lograr su paz!

¡Jesús vive!, y sigue llamando, se pone a la entrada de cada ciudad, y llorando exclama: “¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!”, entonces encontraría algún valiente (o desesperado por la situación actual) que le daría al menos, un poco de crédito, y probaría su método. Entonces comprobaría que es en verdad el único método que ataca el problema de raíz, el único que da una solución de fondo en este problema de la violencia e inseguridad generalizada, imperante en cada rincón de este convulsionado mundo.

Es la paz que necesitas, es la paz que anhelas, es lo que tienes que hacer para lograr tu paz y la de los demás, ES LA PAZ QUE DEBEN DE BUSCAR E IMPLEMENTAR TODOS LOS GOBIERNOS DE LAS NACIONAES, ESTADOS, CIUDADES Y TAMBIÉN LAS PERSONAS. Además Jesús también dice: “Mi paz os dejo, mi paz os doy, no os la doy como el mundo la da, Yo os la doy” La paz de Jesús es diferente, es tranquilidad y seguridad permanente y persistente aun en las situaciones más críticas.

Entonces, para esto, si alguien quiere paz, si queremos seguridad, armonía, estabilidad y tranquilidad. Allí está y seguirá estando el lamento de Jesús a las puertas de nuestras vidas: “¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!”.

“Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual, nadie verá al Señor” Hebreos 12:14

Pastor Anastacio Crisóstomo Torrecilla

martes, 20 de marzo de 2007

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” Lucas 23:46 b

Grito de encargo, confianza, seguridad, satisfacción. Jesús, viendo que todo se había cumplido a la perfección, como estaba escrito, incluso en los elementos, como el sol (que se oscureció) y el velo del Templo (que se rasgó), exclama con gran ímpetu estas palabras; mismas que denotan:

· Una subordinación total hacia el Padre, hasta en ese momento. Sabía que de Él había venido; por lo tanto, sabía en Quien podía descansar. Siempre después de una obra cumbre, la Deidad reposa. Así como en la Creación, Dios descansó en el séptimo día, Jesús reposa su espíritu en el Padre después de completar su obra en la cruz. (Su Actitud)

· Correspondencia total del amor divino del Padre para con el Hijo, y del Hijo para con el Padre. Jesús años antes había escuchado del Padre: “Éste es mi Hijo amado”, sabía que el Padre le amaba, ahora pues, a Quien le ama, le encomienda su espíritu (¿quién nos arrebatará de Tu mano? Por otro lado, A quien ama a Jesús de entre los hombres, suele también enviarle su Espíritu, para que esté en él y tenga poder en Él. (Su Amor)

· Había cumplido la Gran Tarea, ahora le aguardaba el retorno al Padre; como obrero que no tiene de que arrepentirse, ¡no!, sino más bien, gozando la satisfacción de haber cumplido excelentemente, exclama con certeza y confianza, “te encomiendo mi espíritu”. (Su Obediencia)

· La certeza de que la encomienda era tan solo momentánea. El mismo Jesús había prometido que se levantaría de la muerte. Encomienda momentáneamente su espíritu al Padre, porque sabía que volvería con poder y gloria, para que “toda potestad le fuera dada, tanto en el cielo, como en la tierra” y El Padre “pusiera todas las cosas debajo de sus pies”. (Su Promesa)

· Declara eternidad en la frase; ya que expresa a plenitud que la muerte no termina con Él. Antes bien, tan sólo es el preámbulo de una victoria contundente sobre la muerte. Asegurando con esto, la resurrección a todos los que creen en su nombre. Dice: “El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. (Su Trascendencia)

· Tiene una connotación de adoración: elevo hacia a Ti mi espíritu ¡OH, Padre!, para que en lo alto, te adore, pues Tu habitas en medio de la alabanza. El Padre busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad, en Tus manos encomiendo mi espíritu. Qué mejor adorador que el Hijo. (Su Adoración)

miércoles, 14 de marzo de 2007

Demasiado tarde

Desde ese momento envejeció. Justo en el momento en que le mostraba el cariño que tanto había ansiado y necesitado. Justo en el momento en que había tenido que sacar toda la fuerza retenida en su interior. El vigor que mostró en todo su esplendor durante por lo menos los últimos dieciocho anos, de pronto, pareció alejarse de una manera estrepitosa.

Desde ese momento empezó a sentir la vejez entronarse sobre su cuerpo. La había sentido de repente, y aunque de inmediato la identifico, nunca tuvo la experiencia, la oportunidad ni la capacidad de sobrellevarla.

Tantos sobresaltos cotidianos que se enfrentan durante la vida, tratando de hacer siempre las cosas bien, fracasando en la mayoría de los intentos, y pasar el resto del tiempo tratando de corregir lo que salio mal. Eso es lo común en la vida. Tanta lucha por demostrar la inocencia, por demostrar que merecía algo de crédito que ni su hija ni nadie le proporcionaba, necesitaba estar joven o, por lo menos, mostrar vitalidad para no dejarse de nada ni de nadie: no dejarse caer. Y, ahora, ante ese abrazo que había imaginado tantas veces, que siempre añorado en sus tiempos de vigor, sentía que las fuerzas la abandonaban, que la juventud escapaba.

De repente las cosas cambiaban, de pronto le empezaban a salir bien. De pronto empieza a formarse el cuadro de lo que siempre imagino: la tranquilidad de la inocencia; el amor de su hija; el callarle la boca, de una vez y por todas, a su máximo acusador; el poder ir por el mundo con la frente en alto, diciéndole con esto a todos que solamente hizo lo que tuvo que hacer y que lo hubiera hecho cualquier gente que se hubiera encontrado en su situación; que ella, como muchas, tan solo había sido una victima de las circunstancias.

La abrazo tan fuerte, y se dejo abrazar también. Fue tan prolongado el abrazo que hubiera querido mantenerse así aun después que su hija la fue soltando lentamente. Tenía que hacerlo, y lo hizo con desgano, antes de volver a casa y que ella se fuera una vez más de su vida, antes de que el prolongado abrazo le hiciera sentir o pensar cosas que tanto anhelaba pero que ya no podían ser. Su hija se marcharía, pues ya tenía su vida hecha en la ciudad: un buen trabajo, un departamento de lujo, un carro reciente y aspiraciones que nada congeniaban con su rutina y sus necesidades campiranas.